Tirolerland

La región del Tirol cuenta con una población cercana a los 600.000 habitantes de los cuales unos 120.000 viven en la capital Innsbruck. Ocupa una extensión total de 12.647 Km2. La región conocida como tal pertenece en parte a Italia (Alto Adigio o Tirol del sur, parte regada por el río Adigio) y la zona comprendida entre el Inn y una parte oriental regada por el Drave). Su capital Innsbruck está en la confluencia de los ríos Inn y el Still.
El Tirol era antiguamente la provincia romana de Retia, cuya capital era la ciudad colonial romana de Velvidena, que tomó su actual nombre en el siglo XI cuando pasó a llamarse Innsbruck, que en alemán quiere decir “puente sobre el Inn”. Conquistada por los bávaros, mientras tanto que el Trentino era ocupado por los lombardos. En la edad media una dinastía condal dominó el Tirol, el cuál, en 1363, formó parte del patrimonio hereditario de los Habsburgo, que explotaron las minas de cobre y plata cedidas por los Fugger. La región, fiel al catolicismo, consiguió importantes privilegios en el siglo XVI. Cedido en 1805 a Baviera, el Tirol se reveló contra los franco-bávaros; el alma de la resistencia fue Andreas Hofer (1767-1810), que fue fusilado en Mantua. Devuelta a Austria en 1814, la provincia tuvo que adoptar lengua y cultura italianas debido a su anexión al obispado de Trento; así surgió el irredentismo italiano. El tratado de Saint-Germain-en-Laye (1919) concedió a Italia, además del Trentino, la provincia de Bolzano (Alto Adigio), de mayoría alemana. En 1948, tras los acuerdos austro italianos de París (1946), se creó la región autónoma de Trentino-Alto Adigio y se garantizó la total igualdad de los derechos etnolingüísticos; pero, a pesar de todo la región ha sido un foco constante de agitación entre las dos partes. En 1970 fue concedido el estatuto a la población de origen alemán que momentáneamente puso fin al conflicto.